EDUCACIÓN EMOCIONAL: LA EMOCIÓN ES ENERGÍA EN ACCIÓN
Efectivamente: la emoción es energía en acción.
A lo largo del día y la noche navegamos por corrientes emocionales muy dispares que pueden ser agradables o desagradables. Ellas generan tensión y
producen movimiento siempre. Vida es movimiento, cambio es movimiento. Salud es movimiento, una suerte de equilibrio dinámico.
El ser humano no vive en un ambiente estático. Tampoco es estático su
estado interior. Cuando hablamos de equilibrio emocional nos referimos a la
capacidad de responder a las distintas situaciones con
flexibilidad emocional y congruencia entre los que se siente, lo que se dice y
cómo se actúa.
El equilibrio emocional brinda la capacidad de desplazarse en las distintas corrientes
emocionales sin quedar pegados a un determinado sentimiento. Si la Educación Emocional nos enseña a detectar la
corriente emocional en la que estamos inmersos, el equilibrio emocional permite articular pensamiento, emoción y acción.
La persona que no tiene acceso a estos conocimientos básicos sobre el mundo emocional resulta más vulnerable a las influencias del entorno;
más insegura. Sus acciones pueden tornarse más lentas o más torpes.
El estado emocional determina lo que se experimenta, el significado y el sentido que se otorgue a la experiencia. Define también la calidad de las
respuestas a las distintas situaciones que plantea la vida.
Las percepciones cambian y se distorsionan según la corriente emocional en la que nos encontremos. Si nos envuelven energías habilitantes y poderosas como
las del amor, la confianza, la curiosidad interpretaremos lo vivido de manera diferente --- diametralmente opuesta---a como lo interpretaremos si estamos
inmersos en corrientes de odio, resentimiento, desconfianza.
Las elecciones, decisiones, la visión de futuro, las ocurrencias, suelen ser brillantes cuando nos encontramos en corrientes emocionales de
optimismo y esperanza, mientras que resultan más pobres y más oscuras cuando nos encontramos presos del miedo, la envidia o la desesperanza. Por eso decimos que la salud emocional y la Educación Emocional incrementan las capacidades de liderazgo, auto-liderazgo y resultan no solamente de utilidad para la empresa sino para el individuo en su relación con el mundo.