EL TRABAJO CON ENERGÍAS FlORALES

Trabajar con energías no es asunto menor. Así estemos tratando un desequilibrio emocional, un problema mental o un trastorno orgánico, cuando el problema nos importa de veras, no debemos tratarlo a la ligera.

Hay momentos en la vida en que todo parece presentarse a pedir de boca. Entonces estamos a tono con las energías benéficas. Estamos sanos. Pero también hay tiempos en los que parecemos estar a contramano del mundo. Uno se siente fragmentado, confundido, indeciso, temeroso, inarmónico, si tiene  la sensación de marchar al revés de las circunstancias. Uno cae enfermo. La ecuación se repite sin cesar.  Todos hemos tenido alguna vez ese tipo de experiencia “a- racional”, no irracional donde las circunstancias parecen emprolijarse, los acontecimientos barajarse, las citas combinarse, las personas clave encontrarse y producir curiosos fenómenos, inquietantes casualidades, secuencias, oportunidades insospechadas. Los dolores desaparecen como por arte de magia. Todos en mayor o menor medida hemos asistido a esos fenómenos inquietantes y milagrosos que suelen producirse cuando se rompen algunos circuitos y otros toman su lugar.. Si comprendemos que en esencia la vida y la mente establecen un proceso sistémico que se lleva a cabo adentro de un individuo y entre un individuo y su entorno nos resultaría muy sencillo comprender que tales procesos sistémicos generan circuitos con una calidad de energía que los identifica como los que van del amor al odio, de la ignorancia a la sabiduría y reconocemos de inmediato el valor de ser los promotores de procesos sistémicos beneficiosos y generar tan fantásticos desencadenantes con nuestras propias manos. 

 

La energía "es". No es ni buena ni mala. Son sólo cargas: unas se orientan hacia lo positivo, otras hacia lo negativo y ambas tienen la misma fuerza propulsora. La llamada " buena energía" se propaga y es contagiosa afectando positivamente también nuestro rededor. La "mala energía" puede ser la responsable de las creaciones más originales y perversas. POr lo tanto pensemos cuánta belleza será el hombre capaz de producir una vez que haya logrado  re-orientar sus mareas energéticas, aclarar sus pensamientos y armonizar sus emociones,  ¿Podemos calcular cómo progresará la humanidad a medida que va afinando su combustible y orientando su polaridad hacia el extremo positivo?. Esto puede parecer fantasioso o presumido, sin embargo, como dijera Ben Gurión, "quien no sueña o no cree en milagros, no es realista"-  Sin duda, estamos todavía en los inicios de realidades que pueden ser deslumbrantes, tan solo refrescando nuestros pies en la orilla del inmenso mar que la dinámica energética nos ofrece.  

Nada nos impide por el momento zambullirnos en el juego de energías implementando deliberadamente maniobras que fueron pensadas para aprovechar al máximo las bondades de estos recursos energéticos para al menos comprobar sus cualidades inductoras de energía; ver cómo ellas se maximizan y se propagan a través de redes de inteligencia, a través de la intuición y de los canales de percepción. Una mente atenta descubre que suceden cosas estupendas a su alrededor ; indefectiblemente asistimos a asombrosos episodios cuando adoptamos una mirada nueva y adquirimos elevada comprensión por ejemplo en las actitudes de los demás y que solían irritarnos. 

Las esencias florales merecen ser aprovechadas como fuente de energía vigorosa y saludable donde lo mejor de uno pueda aflorar y la energía de fuga, o la mal administrada puedan por fin realinearse y manifestarse en expresiones útiles que redundan en prosperidad y felicidad a nivel personal como así también, en progreso a nivel comunitario, teniendo en cuenta que un mundo mejor, siempre empieza en uno. Siempre que se los estimule correctamente, los principios físicos activos-- presentes en todas las energías florales—propician cambios altamente favorables también en nuestro entorno en forma de coincidencias, agradables bienvenidas, despedidas que dan alivio, etc.  Hoy por hoy se están implementando técnicas precisas para modificar en nosotros  la calidad de nuestra energía y hacer que nuestro magnetismo cambie de lo negativo a lo positivo. Cuando nos convertimos en una célula vibrante, nuestra vida se colma de bendiciones a raíz de un cambio de polaridades.

 

Las flores de Bach resultan una influencia altamente positiva, constituyen un recurso que merece ser tenido en cuenta. Su dinámica puede entenderse como una forma de labor exquisita que se toma la naturaleza, y que todas las personas pueden tomar. El resultado de una maniobra floral de excelencia deja como saldo multiples mejoras observables, duraderas que emergen a la superficie en nuestras actitudes primero.   Los cambios siempre se producen desde el campo energético, se experimentan primero en la mente con un estado de agradable armonía o ingresando en el ansiado estado de certidumbre. Los cambios en el cuerpo sobrevienen después por efecto de los principios físicos activos: las mejoras en el cuerpo son sólo una consecuencia directa de un proceso de saneamiento anterior y de las energías acoplándose a la natural tendencia del organismo hacia la salud. Así como existe un campo magnético, existe también una sabiduría superior perceptible.  

El método AflorArte puede ser el puente que une estas energías benéficas con su energía esencial. Como diría Mario de Benedetti, “Para cruzarlo o para no cruzarlo. Ahí está el puente” ¡Piénselo! Y emprenda las acciones necesarias para lograr esos sueños que ha venido acunando hace ya largo tiempo. Tenga presente que Todas las personas se llevan de la naturaleza eso que a ella van a buscar

“Que la simpleza de este método no los aleje de su empleo"

Edward Bach  

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  ÍNDICE DE LAS "FLORES DE BACH" AQUÍ 

   

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