¿Existe una manera emocional de
comer?
¿Existe
la dieta milagrosa?
¿Qué
se come cuando se come por de más?
¿Pueden
las cirugías modificar mi manera de alimentarme?
¿Cómo
detectar si
padezco de hambre emocional; si mi forma de comer está cargada de emociones?
La
comida es el vínculo que nos relaciona con el cuerpo, con el organismo: Es la vía
más primitiva y accesible a todas las personas para relacionarse con su
interioridad. Cuando una dieta produce una reducción temporaria de peso, cuando
no puede sostenerse en el tiempo dando origen a reiterados rebotes de peso
indica que en la dieta no estuvieron contempladas las pautas psicológicas que
impulsan a comer compulsivamente.
La
sobrealimentación, la adicción a la comida, el descontrol y toda forma
compulsiva de comer delatan una manera emocional de comer.
Ocurre con muchas dietas que se
basan en aplicar la fuerza de voluntad algo así como dar la orden de adelgazar
a un cerebro que, por costumbre, por familia, por cultura, o por las emociones
turbulentas que presente, obedece a la orden de engordar. Por este motivo, ni
siquiera las cirugías de última generación que prometen tocar el cielo con
las manos consiguen desterrar o al menos, corregir, el hábito de comer
compulsivamente. Es comprensible que, como resultado de las oscilaciones entre
el entusiasmo ante cada nueva dieta y la posterior desilusión porque los
resultados esperados no aparecen, la personalidad comience a desarrollar su
aspecto derrotista, pesimista. Las oscilaciones emocionales no son buenas
consejeras, no son de fiar, pero hay remedio para ellas. La cirugía podrá
limar la superficie del problema y arrancar excesos de grasa, pero ninguna cirugía
ha conseguido todavía extirpar las penas y desequilibrios emocionales que
distorsionan el acto de comer y lastiman la idea de alimentarse. Ese impulso
irrefrenable por recurrir a la comida como medio tranquilizante no se destierra
con el bisturí. No por obra de la casualidad ni de la mala suerte, al cabo de
un tiempo las fajas gástricas invariablemente se rompen en aquellos individuos
cuyo hambre de afecto no resuelto los lleva de nuevo a comer en exceso. El
by-pass gástrico, el tratamiento quirúrgico para la obesidad es mucho más
riesgoso de lo que habitualmente se cree, --o se espera--.
Tenga presente:
Adelgazar
es fácil: mucha gente adelgaza varias veces en la vida. Mantener una figura
armoniosa con un estado de radiante salud y buen humor supone, en cambio, una
auténtica transformación de la conciencia. Todo cambio de relevancia empieza
en la mente. Empieza como una idea que se implanta en el terreno mental, luego
se va incubando, insuflándole energía con emociones de brillo y esperanza que
inspiran ideas de conductas magníficas para culminar en el exterior en la forma
de una actitud brillante. Pero para que una idea brillante y esperanzadora
consiga implantarse en el territorio mental es necesario primero que nada,
contar con emociones brillantes.
¿Tiene usted problemas para
adelgazar?
¿Le cuesta mantener su peso
ideal y cae en conductas de autoboicot?
¿Experimenta reiteradamente
esos odiosos rebotes de peso?
Si esto ocurre en usted, no
desespere. Piense y reflexione.
Piense en todas esas veces que
se propuso adelgazar, ¿cuál fue su disposición general y durante cuánto
tiempo pudo mantener el entusiasmo inicial antes de abandonar su proyecto?
Existe una manera emocional de
comer. Si no existiera una manera emocional de comer, ¿cómo se explica el que
tantas veces se compren alimentos saludables que después se pudren en la
heladera?.
¿Por qué las personas se
prometen hacer dieta y luego olvidan esta promesa por completo?
¿Por qué aparecen esos
temores difusos, difíciles de precisar, o esas vagas sensaciones de inseguridad
cuando detectan que están progresando?.
¿qué dispara las conductas de
autosabotaje?
¿Cómo cambiarían ellos en el
mundo y cómo cambiaría su entorno si realmente consiguieran una auténtica y
duradera transformación?
Cada vez que se propuso
adelgazar ¿estaba de acuerdo la totalidad de su sistema o experimentaba
conflictos interiores?
Experimentaba conflictos
internos, ¿Verdad?
Ahora piense lo que ocurrió en
cambio en aquellos proyectos en los que efectivamente la totalidad de usted
estuvo de acuerdo, completamente alineado y actuando en equipo. Tal vez
comprarse una casa, hacer un viaje, inscribirse en algún curso. ¿Qué
resultado obtuvo?
Lo más probable es que haya
notado que sus deseos empezaban a manifestarse; que sus fuerzas interiores
empezaban a desplegarse y a activarse. Seguramente pudo poner en funcionamiento
toda esa gama de conductas, ocurrencias, ideas que alimentaban la concresión de
su proyecto. Porque se trataba de un proyecto que no le generaba un conflicto
interior y el rsultado fue que efectivamente consiguió lo que buscaba y realizó
ese viaje, compró esa casa.
Adelgazar es sin dudas un
proyecto excitante. Por eso tantas veces dura tan poco. Regresar definitivamente
a las formas corporales armoniosas es cosa seria. NO es un proyecto menor.
Adelgazar y mantenerse delgados y radiantes de salud, energías y buen
humor supone una transformación esencial y por lo tanto puede resultar
atemorizante. Surge la sospecha de que para lograrlo, hay que dejar atrás
algunas cosas. Esos pensamientos bromistas "¡esta maravilla no me puede
estar ocurriendo a mi!", hablan la verdad de lo que uno siente.
Y en esa instancia, aparece el "malo" de la película interior: el
auto-boicot demostrando que ninguna dieta para adelgazar será eficiente a menos
que se contemple al hombre en su totalidad, con sus dudas y esperanzas; sus
miedos y sus resistencias.
En el proyecto
"adelgazar" están comprometidos una amplia gama de factores psicológicos
y del entorno. Es por tal motivo el que la gente come de una manera emocional,
no creerá usted que la gente come comida cuando come en exceso o en descontrol,
¿verdad?
Aflorarte.com propone métodos
para desterrar la dificultad de adelgazar. En sus libros "La Dieta de un Día",
"Lo que engorda es la emoción", y en su programa de Coaching para
Adelgazar, Liliana Dercyé difunde estas novedosas prácticas para convertir el
proyecto "adelgazar" en una interesante y divertida vía de
auto-descubrimiento y superación. Adelgazar pasa de ser una lucha a un
camino excitante, una fuente de asombrosas y experiencias. Permite desarrollar
una actitud agresiva positiva respecto del cuidado personal.
¿Qué
aprenderá con este método?
Aprenderá
a detectar su particular manera emocional de comer, y a contrarrestar el
hambre emocional o afectivo.
Tomado con la debida seriedad,
el proyecto adelgazar puede resultar el detonante de cambios profundos y
favorables; puede abrir las puertas a importantes descubrimientos respecto de
aspectos insospechados de la personalidad. Aún cuando sin duda, podría
resultar atemorizante descubrir la verdadera fortaleza interior, estas guías lo
ayudarán a elegir los alimentos convenientes con naturalidad y sabiduría, a
comer con auténtico deleite, a rechazar con seguridad y confianza tentaciones
provenientes de los platos o de la gente. El programa permite desarrollar esos
talentos latentes en su interior y que lo liberarán para siempre de una vida
restringida en calorías, de una vida sometida a dietas eternas. Superado
el problema emocional de base con la comida, pronto empieza uno a relacionarse
con la comida desde el plano que le pertenece y enseguida se consigue sentir
saciedad: Comiendo sin tragar emociones, conseguirá sentirse lleno, satisfecho,
tranquilo y orgulloso.
Los cambios se producen casi
sin esfuerzo, surgen cambios
de vida de un modo placentero, divertido.
Aproveche
para reflexionar ahora mismo:
¿Reconoce
usted esas ideas que le están impidiendo regresar a sus formas corporales
armoniosas? ¿Detecta las ideas responsables de frenar su progreso despertando a
su saboteador interior? ¿Qué peligro encuentra en el cambio que se propongo
producir en su persona y en su vida con su proyecto de adelgazar? ¿Alguien podría
estar beneficiándose con su exceso de peso? ¿Tiene idea de cómo podría
llegar a reaccionar la próxima vez que se encuentre sufriendo frente a un plato
de comida “prohibida?” ¿Ha pensado alguna vez en las nuevas sensaciones que
podría experimentar si logra sostener respecto de la comida, una magnífica
actitud? ¿A qué atribuye usted sus reiterados rebotes
de peso?
Lo
Que Engorda Es La Emoción enseña a plantearse interrogantes clave sin los
cuales no es posible empezar a construir un proyecto sólido y perdurable. Una
de las principales cosas a construir a partir del reconocimiento de las
"emociones engordantes" es la auto-imagen positiva de la cual se
desprenden esos aspectos de la personalidad que contribuirán a impulsar el
proyecto de mejora personal.
El
método resulta un impulso valioso para acompañar la dieta que se elija. No se
encontrarán recetas de comidas en ninguno de los 2 libros, (La Dieta de Un Día
y Lo que engorda es la emoción); tampoco en el programa de coaching para
adelgazar. En ellos se ofrece recetas de actitud especiales para cortar con sus
pensamientos revoltosos y negativos. Mediante reflexiones provocativas y de
fuerte impacto al pensamiento habitual enseñan cómo "cocinar"
esas maneras efectivas de pensar para impulsar un plan de mejora personal,....y
cómo "servirse" de ellas con alegría y diversión. Este
material no es exclusivo para obesos pero sí para quienes hayan desarrollado o
se encuentren desarrollando con la comida un vínculo enfermizo; enseña un
estilo de dieta aplicada al pensamiento; ofrece un Menú restringido en
pensamientos tóxicos, enfermantes, engordantes y rico en pensamientos “energético”,
vigorizantes; saludables y sabrosos.
El
sistema aborda la mayoría de los aspectos emocionales que excitan las ansias
irrefrenables de comer y que inspiran maneras de pensar negativas y
destructivas respecto de uno mismo y de su cuerpo. Corregir la manera emocional
de comer permite elevar la autoestima, crear deliciosos futuros personales y
sobre todo: disfrutarlos haciéndolos reales. Cuando se da alivio a las
"emociones engordantes", la manera de alimentarse se normaliza, el hábito
de comer para tapar heridas y penas desaparece y uno logra deshacerse de esos
kilos de más para no cargar con ellos nunca más.
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La
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