Accedió a una consulta con Aflorarte siempre movido por su inquietud de superar su problema de la vista y el pelo. Nótese que fueron estos síntomas , y no las sensaciones desagradables, los que motivaron una consulta con nosotros. De acuerdo con el método, Javier fue forzado a observarse en variados y novedosos aspectos de su vida. Tuvo que pensar y responder preguntas que a lo mejor, le parecían desubicadas, inocentes, inconducentes, irrelevantes, a propósito de la caída del pelo y la pérdida de la visión.

En su trabajo de responder al exhaustivo cuestionario afloraron de su conciencia recuerdos valiosos y tuvo entonces ocasión de seguir de cerca las pistas de estos malestares, sobre los que no se había referido al inicio de la consulta. Su auto-análisis arrojó nueva luz al asunto:  le permitió ir atrás en su historia personal y es así como dió con el punto clave que originó su problema de base y explica tanto sus síntomas físicos como su limitación para concretar su proyecto. 

Javier pudo interceptar un episodio doloroso en el que había recibido una horrenda mirada descalificadora, un espontánea manifestación de desaprobación y sincera desvalorización hacia su persona y a sus capacidades  por parte de alguien a quien él admiraba. Nunca antes había recreado concientemente esta mirada y se dió cuenta de que había quedado instalada en él durante todo este tiempo. Reconoció el poder de esta mirada sobre él, y reconoció también que ella se había corporizado de alguna manera en las mencionadas sensaciones desagradables que acusaba.  Este episodio había sido un duro impacto para él y seguramente,  en procura de una auto-defensa, un proceso inconciente la  había guardado en capas remotas de su mente. Hasta antes del cuestionario, Javier no había tenido manera de traer este hecho a la conciencia y fue para él sumamente esclarecedor.  

Esa mirada y lo que ella le comunicaba lo había detenido todo este tiempo. Había quedado en estado de shock, susto y con gran temor al futuro. Este experiencia fue minando su capacidad de enfocar sobre su proyecto personal con el requerido detallismo. Esa mirada colmada de malos augurios provenía de cielos remotos, no tenía Javier modo de confrontar con ella.  Puede decirse que las huellas del susto fue el saldo de la infortunada experiencia y el sello de su incapacidad de ejecución. La idea de independizarse era atemorizante para Javier y estos temores eran sentidos plenamente. Ahora bien, cada vez que Javier pensaba en independizarse, eran los resabios de ese susto quienes irrumpían disfrazados de molestias físicas y le impedían seguir adelante para concretar el objetivo. 

Así, su proyecto fue quedando inconcluso, durmiendo en las arenas del sueño, postergado para futuras revisiones--revisiones que no conseguía llevar a cabo con la necesaria templanza. Esta imposibilidad generó en Javier una creciente sensación de frustración y la sorda confirmación de que lo que aquella mirada le había comunicado parecía ser cierto. Así es como Javier, forzado a detenerse cada vez que intentaba mirar su propio mundo, tuvo que optar por mirar el mundo ajeno. Y obviamente, lo hacía con recelo y envidiando el éxito de los demás, de esos que "pueden y hacen". 

La conducta Willow negativa que aparecía en el exterior tenía su basamento en una pieza fundamental que había que tratar primero: el impacto. Era necesario sanear la experiencia de shock y lo que de ella Javier había interpretado.

En términos florales la lectura del caso sería:  una experiencia de susto (Rock Rose) dejó secuelas en su sistema cuerpo-mente que se traducen en el cuerpo en malestares recurrentes y abruptos. (Star of Bethlehem) y en el área de las conductas originan posturas Willow negativas de frustración y rencor.  Al mismo tiempo, esta experiencia afectó negativamente su idea de si mismo y de sus capacidades, por lo tanto, crearon una deficiencia Larch con reminiscencias pesimistas tipo Gentian que le impedían mirar en su interior por temor a confirmar esa desaprobación-- confirmación que, no obstante, obtenía con cada conducta de evitación. Este cuadro intensifica la marea Willow negativa. Como consecuencia de la experiencia de susto, Javier no conseguía ir más profundo en su interior y mirar con serenidad cada aspecto de su asunto, de modo que la vía de descarga que su frustración encontraba era mirando a los demás. (Tengase en cuenta su problema de visión). La mirada recelosa que guardaba respecto del logro de las otras personas tenía su origen en su propia imposibilidad para verse en su interior, y esto se explica de alguna manera, por su temor a una nueva confirmación negativa respecto de su futuro y de la validez de sus intentos, lo cual refuerza un estado Gentian negativo.

Digamos que un problema Rock Rose/ Star of Bethlehem no resuelto lo sumía en un estado Willow negativo. En resumidas cuentas,  su cuadro se manifestaba en el exterior en comportamientos y verbalizaciones que daban la impresión de pertenecer a la marea Willow negativa. Sin embargo, para este caso fueron las flores para aliviar del susto y del horror las que consiguieron la maravilla. Este susto, este impacto, había sido el obstáculo principal que le impedía a  Javier abordar su tema plenamente. No podía "ver bien", la "vista le fallaba", una metáfora para su problema de visión. Sus fuerzas fallaban también (traducido esto en la pérdida del pelo, la sensación de desgano, y el bajo rendimiento). Ese síntoma servía como elemento para perpetuar y confirmar el decreto fatídico de aquella mirada. 

Con la fórmula que le habían recetado, Javier había experimentado cierta mejoría pero no del todo satisfactoria. Esa mejoría probablemente se deba a la presencia de Willow. En su rastreo personal pudo reconocer que el resto de las esencias,  ( Crab Apple, Chestnut Bud, Hornbean, Cherry Plum), si bien acertadamente indicadas para superar la falta de vitalidad, la alopecía y ciertos problemas en la vista, en realidad no eran adecuadas para su caso.  

La fórmula que Javier se fabricó a partir de su auto-análisis con la guia de Aflorarte fue: Rock Rose, Star of Bethlehem, Larch, Gentian. 

La postura Willow negativa de Javier pronto desapareció. Para estupor de sus médicos, la caída del pelo se detuvo a la semana de iniciado el tratamiento. 

El tratamiento floral,  reforzado con el paseo mental que Javier aprendió a confeccionarse, le permitió recuperar la vista al cabo de los tres meses.

El mecanismo natural de las Flores de Bach es ir saneando y armonizando capa por capa el sistema integral del individuo. Se hubieran necesitado unas cuantas fórmulas hasta llegar a ésta que abordó el problema central de Javier. Los Manuales permiten adentrarse en el caso de un modo novedoso, detectar y tratar eficazmente los variados costados de una historia de vida. Esto ahorra mucho tiempo e incertidumbre y facilita el reconocimiento de la marea energética que el individuo necesita.  

No sería prudente albergar esperanzas de una mejoría tan abrumadoramene rápida en todos los casos y en todas las personas. Sin embargo, éste es un claro ejemplo de los maravillosos resultados que se obtienen a partir de un trabajo personal valiente y responsable, de hacerse todas las preguntas necesarias, y lo más importante: de responderlas con sinceridad y comprometerse sin rodeos con el propio progreso.

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